Identificar tu tipo de piel es el primer paso para empezar a cuidarla de manera adecuada.
Todos los tipos de piel pueden beneficiarse de la limpieza y la hidratación diarias, pero los diferentes tipos de piel, que incluyen la piel grasa, seca, normal, mixta y sensible, tienen necesidades diferentes, por lo que comprender su tipo de piel es el primer paso para cuidarla.
Pero, ¿Cómo sabes qué tipo de piel tienes? La respuesta se puede encontrar a través de la simple observación, sin embargo, también puedes acudir con un especialista o a una farmacia dermatológica para recibir un diagnóstico certero.
Características comunes de los tipos de piel
La piel grasa produce un exceso de sebo que hace que la piel se vea brillante y grasosa, especialmente en la zona T (frente, nariz y mentón). Si tienes la piel grasa, es más probable que tengas los poros dilatados, desarrolles manchas de acné y seas más propenso a los brotes de acné.
La piel seca suele ser opaca y puede volverse áspera, escamosa o incluso escamosa. A menudo se siente apretado o menos elástico y puede ser propenso a mostrar líneas más visibles. Además, puede causar picazón o irritación.
La piel normal está equilibrada, no se siente seca ni grasosa. No es propenso a brotes, descamación, sensación resbaladiza o tirante. Los poros son generalmente pequeños, la textura de la piel es suave y es menos probable que sea sensible o tenga imperfecciones.
La piel mixta incluye áreas tanto secas como grasas; la zona T suele ser grasosa y las mejillas secas o normales.
La piel sensible a menudo se conoce como un tipo de piel, pero puede tener piel grasa y sensible, piel seca y sensible o piel normal y sensible.
Independientemente del tipo de piel que tengas, si tienes la piel sensible, puede estar roja, sentir que te quema, pica o se seca.
Estos síntomas pueden estar relacionados con tener una piel que es más vulnerable a los irritantes externos y pueden ser provocados por ciertos ingredientes, como tintes o fragancias, así como por factores ambientales.
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Si su piel es sensible, es posible que pueda determinar qué desencadena su sensibilidad y evitar productos que contengan esos ingredientes específicos o alterar su entorno para reducir su exposición a los agentes desencadenantes.
Saber qué tipo de piel tienes te ayudará a elegir de manera correcta los productos que necesitas para cuidarla de manera adecuada.
Recuerda que puedes conseguir todo tipo de productos para cuidado de la piel en cualquier sucursal de Farmacias San Pablo.
